El Faro del Pescador y, sobre todo, el Faro del Caballo son, sin lugar a dudas, los dos faros más famosos de la villa de Santoña. Y, probablemente, de toda la comunidad autónoma de Cantabria. Sin embargo, no son los únicos que merece la pena conocer dentro del territorio. A menos de 20 kilómetros de distancia se encuentra en Faro de Ajo. Uno de los más coloridos de Europa y, probablemente, de todo el mundo. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre él si quieres visitarlo.
¿Cómo llegar al Faro de Ajo?
En concreto, el Faro de Ajo está a solo 18 kilómetros de la villa de Santoña. Es decir, a aproximadamente 20 minutos en coche. Para llegar desde el municipio, tendrás que tomar la carretera que va en dirección a la localidad de Argoños y, cuando llegues al supermercado Lupa, tomar la primera salida a la derecha. Esto te introducirá en la carretera CA-141. Desde ella, solo debes seguir las indicaciones que te llevarán hasta él.
Un poco de historia acerca del Faro de Ajo
Este faro recibe su denominación por encontrarse en el cabo de Ajo y dentro de la localidad cántabra homónima. Sin embargo, se encuentra bajo la potestad del Ayuntamiento de Bareyo, que desde 2015 ha realizado varias acciones con el propósito de convertirlo en un lugar de interés para el turismo. La última ha sido el pintado de su fachada por parte del artista Okuda San Miguel, de la cual hablaremos más adelante.
El Faro de Ajo fue el último en ser proyectado y construido en Cantabria. De hecho, su edificación estaba prevista para 1907, aunque no estuvo completa finalmente hasta 1930. ¿El motivo? La electrificación del Faro de Cabo Mayor detuvo el proceso en 1914 al considerarse que ya no era necesario, pero tres naufragios en los años siguientes hizo que se retomara en 1921.
Actualmente, se levanta 10,73 metros del suelo y 71 metros sobre el nivel del mar. Su alcance es de 17 millas náuticas.
Pero ¿por qué es tan famoso el Faro de Ajo?
No podemos citar una sola cosa. Sin embargo, resulta evidente que lo más llamativo de él es su estética. En concreto, en el mes de agosto del año 2020, el artista de origen cántabro Okuda San Miguel se encargó de remodelar su fachada y de decorarla según su propio estilo. El resultado es espectacular. Tanto, que resulta difícil imaginar que en el mundo sea posible encontrar un faro similar.
Sin embargo, no es el único motivo por el que esta construcción merece una visita. Los atardeceres allí son una delicia. El sol se pone delicadamente sobre el mar de Ajo creando imágenes que parecen auténticamente sacadas de una postal. De hecho, ese es el momento en el que mayor afluencia de visitantes se aglomera en sus inmediaciones.
Por su parte, el Faro de Ajo está rodeado de caminos que se pueden transitar a pie y que permiten conocer en profundidad el paraje natural sobre el que se asienta. Un lugar en el que se puede respirar una calma y una tranquilidad excepcional y en el que todo el mundo tiene la posibilidad de sentirse en simbiosis con la naturaleza.
¿Cuánto cuesta visitar el Faro de Ajo?
Este punto merece una aclaración especial. El Faro de Ajo no se puede visitar, es decir, está prohibido el acceso a su interior. Lo que sí es posible es acceder a la finca en la que se ubica y dar un paseo por sus alrededores. Algo que es totalmente gratis para todos los que lo deseen.
¿Cuándo se puede visitar el Faro de Ajo?
Aunque no se cobra entrada por acceder a la finca en la que se ubica el Faro de Ajo, la entrada a ella se encuentra sujeta a una serie de horarios que debes conocer. Son los siguientes:
- Temporada baja. Abarca la mayor parte del año con la excepción del verano y de los puentes nacionales. Es decir, va desde septiembre a junio de cada año, aproximadamente. Durante este lapso de tiempo, solo es posible entrar en la finca del Faro de Ajo los sábados, domingos y festivos entre las 10:00 y las 14:00 horas.
- Temporada alta. Esta época abarca el grueso del verano y todos los puentes nacionales. Evidentemente, son los momentos del año que registran un mayor número de visitas. Está permitida la entrada de lunes a domingo de 11:00 a 14:00 horas (las puertas de entrada se cierran a las 13:40 horas) y de 16:00 a 21:00 horas (el último acceso se produce a las 20:40 horas).
En definitiva, el Faro de Ajo no solo es una construcción de gran utilidad para las embarcaciones que pasan cerca de la costa cantábrica. Además, se trata de un monumento muy original que merece la pena conocer. Su original diseño, unido a su enclave privilegiado dentro del cabo de Ajo y muy cercano a Santoña, es su principal atractivo.